En más de 50 años de carrera, La Mona nunca había estado tanto tiempo sin pisar un escenario, ni con la última operación en sus cuerdas vocales, ni con ningún otro hecho vivido anteriormente. Pero llegó la pandemia y todo cambió. Y así como hicieron muchos artistas se tuvieron que reinventar y también le tocó a la mona, ya que el 7 de diciembre pasado hizo su primer show en vivo durante esta pandemia. Lo hizo el mítico Sargento Cabral, con toda su orquesta detrás, la única diferencia, fue que la pista estuvo vacía.

Pero el mismo fenómeno que se repetía fin de semana tras fin de semana, se dio en miles de hogares en Córdoba, Argentina y el mundo. Porque si algo bueno dejó esta cuarentena, fue la digitalización, que dio pasos agigantados. Y así como hace un año atrás, algún cordobés en cualquier parte del mundo, que se moría por pisar un baile de la Mona, el lunes tuvo la posibilidad de sentirse un poquito más cerca de su provincia y de su cultura.

Pero lo realmente llamativo, es lo que genera la Mona, a pesar del parate por la pandemia y los más de 50 años de carreras.

Según algunos números a los que tuvo acceso EDA, hubo 98.000 personas conectadas, si calculamos un promedio de 4 personas por entradas vendidas (se pueden juntar 4 personas y pagar el ticket que tenía un costo de $600) al streaming de la mona lo vieron 392.000 personas. Este número es mayor a la cantidad de gente que vieron el último Lollapalooza en tres días.

Luego del show, la mona dejo un cariñoso saludo a sus fans en todas sus redes sociales

“¡Gracias gracias gracias gracias! Por estar siempre conmigo, por bancarme, en todos los momentos de mi vida, con todos los obstáculos y todas las cosas buenas. Lo que viví anoche no tiene palabras, fue como si hubieran estado ahí conmigo, los sentí tan cerca como siempre dándome ese aliento que me brindaron toda la vida y me dieron todas las energías. ¡Gracias por tanto amor!”, se sinceró el artista en mensajes que difundió por Instagram, Facebook y Twitter.